Cada noviembre, pueblos y cementerios en todo México se transforman con flores, comida y fiestas, cuando la gente celebra el Día de los Muertos. Esta película corta evocadora nos muestra cómo una cultura rinde homenaje a los familiares y amigos que han muerto, y nos recuerda que a pesar de que nuestros propios seres queridos no estén con nosotros, no serán olvidados.